Una cámara térmica es un dispositivo que forma imágenes visibles al ojo humano a partir de detectar emisiones de infrarrojos producidas por el espectro electromagnético de un cuerpo. Opera con la longitud de onda situada en la zona del infrarrojo térmico.
En otras palabras, una cámara térmica permite ver en la pantalla la radiación calorífica que emite un objeto, animal o persona, aunque las personas no podamos verlos a simple vista.
La temperatura puede ser una señal de posibles dificultades. Con las cámaras termográficas, podrá detectar cualquier imprevisto antes de que se convierta en un problema. Diseñadas para un uso cotidiano en los entornos industriales más exigentes.
Para entender el funcionamiento de una cámara de este tipo, hay que tener en cuenta que todos los objetos emiten una radiación infrarroja, que es mayor cuanto más elevada es la temperatura del cuerpo. Nuestros ojos no pueden ver estas emisiones porque su rango en el espectro electromagnético está entre la luz visible y la radiación de microondas.
Para poder construir imágenes térmicas en base a las radiaciones infrarrojas captadas, una cámara infrarroja cuenta con sensores que detectan el calor y realiza un termograma o patrón de temperaturas, que se envía a un procesador.
Los sensores
Los sensores térmicos que se usan en este tipo de dispositivos pueden ser pasivos y activos. Los primeros se limitan a detectar el calor emitido por un objeto. En cambio, los sensores activos van más allá y calientan la superficie del objeto para poder recoger mejor la información sobre su temperatura.
Se trata de elementos muy sensibles que necesitan el contacto visual directo con el elemento para su correcto funcionamiento. A parte de la vigilancia, se pueden usar en otros ámbitos como el militar o la construcción de vehículos.
Una cámara térmica puede usarse en numerosos ámbitos y sus aplicaciones aumentan día a día, a medida que evoluciona su tecnología. Merece la pena destacar algunas de las más importantes:
Utilizada para detección de fiebre en personas es de gran ayuda para realizar un filtro de admisión para grandes lugares como : casinos, bingos, aeropuertos, terminales portuarias, etc.
A nivel industrial, la posibilidad de crear imágenes térmicas permite detectar fricciones en motores, calentamientos de componentes eléctricos, fugas, obstrucciones, sobrecargas o niveles en depósitos, entre otras situaciones.
Igualmente, las cámaras termográficas se usan en construcción para comprobar la eficiencia energética de un edificio y la distribución de temperaturas en sistemas de calefacción. También son una buena opción para señalar la existencia de fugas de calor, humedades o escapes en una estructura.
Por supuesto, las cámaras térmicas también se aplican en seguridad e investigación, la detección de focos de incendios es uno de sus usos más habituales en este ámbito, así como el establecimiento de perímetros de seguridad.